Columna de opinión: “Noviembre, un mes para la memoria” Por Ladislao F. Uzín Olleros- Abogado

El mes de noviembre registra acontecimientos venerables para nuestra historia. El 10 de noviembre de 1834 nacía José Hernández, autor del “Martín Fierro”, obra cumbre de la literatura nacional que, además de su riqueza poética, puede calificarse como el compendio sociológico de una época; en su memoria se ha fijado a esa fecha como el Día de la Tradición.- Hernández fue un férreo defensor del federalismo, doctrina de la que Entre Ríos es cuna y esa consigna está señalada en la letra de nuestra Constitución, aunque en los hechos ha quedado en una mera declamación literal.-
El 15 de noviembre de 1573 Juan de Garay fundaba Santa Fe de la Veracruz en el paraje de Cayastá; en noviembre se cumplen 450 años de ese acto fundacional, trascendental en la construcción de nuestra historia.-
El 20 de noviembre de 1845 ocurrió el Combate de la Vuelta de Obligado; las fuerzas patriotas, en notoria inferioridad de recursos, enfrentaron a la escuadra anglo-francesa, por aquel entonces las dominadoras de los mares, y pese a las pérdidas en víctimas y materiales, fue para el invasor una victoria pírrica. La participación de la mujer asistiendo a los heridos, recargando armas e incluso empuñándolas, la determinación y el coraje de los criollos, desembocó en el reconocimiento de la soberanía de la Confederación sobre sus ríos interiores (Tratados Arana-Southern y Arana-Lepredour). El enfrentamiento fue seguido por los combates de El Tonelero, San Lorenzo y Angostura del Quebracho; el propósito de los invasores, que -bajo las excusas de mediar en los conflictos internos y propiciar el libre comercio- en rigor de verdad tenían en miras la sumisión de los criollos a pretensiones foráneas, fue desarticulado y de ello dan testimonios los tratados antes referidos.-
Aunque alguna línea histórica subestima a Obligado, al que considera como un hecho menor, los episodios que enmarcan a ese suceso histórico deben ameritarse como una verdadera gesta patriota, con ribetes de heroísmo que no pueden relativizarse, máxime considerando la desigualdad de fuerzas con la que debió acometerse la defensa de la soberanía nacional.-
Enterado de ello, el Gral. José de San Martín, desde su exilio en Francia le escribía a Tomás Guido: “De todos modos los interventores habrán visto por esta muestra que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que abrir la boca. A un tal proceder no nos queda otro partido que el de no mirar el porvenir y cumplir con el deber de hombres libres sea cual fuere la suerte que nos depare el destino, que en íntima convicción no sería un momento dudoso en nuestro favor si todos los argentinos se persuadiesen del deshonor que recaerá en nuestra patria si las naciones europeas triunfan en esta contienda que en mi opinión es de tanta trascendencia como la de nuestra emancipación de la España.”
En esa confrontación participó el Gaucho Rivero, quien en 1833 se había enfrentado en Malvinas al usurpador inglés, y –según algunos narradores- entregó su vida en Obligado.
Años atrás, no muchos, estas fechas históricas eran motivo de rememoración en la escuela primaria y secundaria, hoy son olvidadas y sustituidas por “Halloween” (noche de brujas), una celebración ajena a nuestras costumbres y tradiciones; es motivo de festividad, incluso alentada desde algunos establecimientos escolares, con ingentes gastos en disfraces que se compran o alquilan para aclamarla. Ello es una triste demostración del retroceso de nuestra educación; como dijera Nicolás Avellaneda (parafraseando a Cicerón): “Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla”.

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